Bizcocho marmolado

El bizcocho marmolado es un bizcocho tradicional al que se le añade un poco de cacao en polvochocolate y con ello se consigue un dibujo curioso que recuerda al marmol.

Tradicionalmente se hace una masa de bizcocho normal, de divide en 2 partes iguales y a una se le añade cacao en polvo, posteriormente se vierten de forma intercalada en el molde y se hornea con normalidad. En mi caso a la masa neutra, es decir, a la masa que no llevará cacao, me gusta añadir algún ingrediente o aroma que le de un sabor especial al bizcocho marmolado. En estados unidos suelen echarle aroma o extracto de vainilla, en Europa es más tradicional la ralladura de limón. A mí, personalmente, me gusta más añadirle aroma de naranja, ya que creo que el chocolate y la naranja combinan perfectamente, pero cada uno que lo aromatice a su manera.

Ingredientes del bizcocho marmolado:

3 huevos (mejor si son de gallinas criadas en libertad)
1 taza de azúcar
1 taza de leche
1/2 taza de aceite suave
2 tazas de harina
15 g de levadura
1 cucharada sopera colmada de cacao en polvo
Extracto de vainilla, naranja, almendra… vuestro sabor favorito

Preparación del bizcocho marmolado:

Para comenzar precalentaremos el horno arriba y abajo a 180ºC. Después mezclaremos los huevos con el azúcar hasta conseguir una masa homogénea. Si tenemos una batidora de barillas o muchas ganas podemos montar los huevos con el azúcar hasta que quede una crema blanquecina, pero si bien le aporta una mejor textura al resultado final, no es extrictamente necesario.

Posteriormente le añadimos la media taza de aceite y lo mezclamos bien. Si añadís aceite de oliva, tened cuidado y no añadáis un aceite con mucho sabor porque os podría arruinar el bizcocho, añadid uno suave o de girasol.

Después de incorporar el aceite añadimos la taza de leche y la mezclamos. En este momento más que una masa parecerá una salsa, ya que será muy líquida, no os preocupéis que con la harina espesará lo suficiente.

Mezclamos la levadura o polvo de hornear con la harina y lo tamizamos con un colador para evitar los grumos. Si removéis siempre en el mismo sentido no os sladrán grumos, sin embargo, si os salen no os preocupéis, tan solo tendréis que pasar la batidora 1 minuto para que se deshagan.

Cuando la mezcla está terminada la separamos en dos recipientes, aproximadamente en dos mitades iguales, si queréis podéis pesar las mitades para que sean perfectas. En una echaremos unas gotitas de extracto de naranja (Esta es mi elección para hoy, pero podéis añadir de vainilla, de almendra, ralladura de limón, algún licor, canela, café, lo que más os guste)

En la otra mitad de la masa añadiremos el cacao en polvo. Con una cucharada colmada será suficiente, pero podéis añadir más si queréis que sepa aún más a chocolate. Eso sí, el cacao en polvo espesa la masa, así que si añadís mucho deberéis añadir un poco de leche para que vuelva a adquirir la misma consistencia, sino os quedará mal el bizcocho.

Una vez que tenemos las dos masas preparadas podemos engrasar un molde con mantequilla y espolvorearlo con media cucharada de harina para que el bizcocho marmolado salga fácilmente.

Para conseguir el efecto de bizcocho marmolado deberemos verter las masas alternativamente, de forma que se vayan solapado una sobre la otra pero sin mezclarse. A mi me gusta comenzar con masa blanca y acabar con masa blanca y en medio poner varias capas de chocolate y blanca alternas. Pero eso podéis hacerlo como vosotros consideréis mejor.

Hornearemos el bizcocho en la parte inferior del horno, con calor arriba y abajo, a 180ºC durante 45 minutos. En ese momento pincharemos con un palillo de madera o de metal y si sale limpio sacaremos el bizcocho del horno. En algunos hornos tarda 5 o 10 minutos más, así que si el palillo sale húmedo no os preocupéis, tan solo deberéis dejarlo unos minutos más hasta que se termine de hacer.