Las empanadillas de carne y queso de tetilla son deliciosas. Todos conocemos las bondades de las empanadillas, fáciles de preparar, riquísimas tanto al horno como fritas, versátiles, fáciles de transportar lo que las convierte en un aliado de los picnics y comidas en la playa o la montaña…

En esta ocasión os sugiero esta versión rellena de carne y queso de tetilla. El queso de tetilla es un queso español, propio de Galicia, delicioso, famoso por su aroma ahumado y su forma de pecho (de ahí le viene el nombre).

El contraste de sabores de la carne picada y el sabor ahumado del queso hacen de estas empanadillas toda una experiencia gourmet.

Además son una comida bastante equilibrada por lo que las empanadillas de carne y queso de tetilla se convierten en un plato ideal para comer en la oficina o incluso como aperitivo de media mañana, ya que al estar horneadas no tienen un gran contenido de grasa.

Para la realización de esta receta he usado un queso de tetilla de calidad, D.O Simón da Costa. Es para mi la mejor versión de este queso y, si bien es un poco más caro, tiene un sabor mucho más intenso.

Ingredientes de las empanadillas de carne y queso de tetilla:

• 200g de queso de tetilla D.O Simón da Costa
• Obleas de empanadilla (Se puede usar masa casera de empanadillas)
• Carne picada (En mi caso la he rehogado con cebolla y tomate)
•  1 huevo crudo

Preparación de las empanadillas de carne y queso de tetilla:

Para comenzar picamos el queso en dados pequeños, para que luego se derrita más facilmente en el horno.

Separamos las obleas para que no se queden pegadas unas a otras y las dejamos reposar 5 minutos fuera de la nevera. De esta manera no estarán duras y serán más maleables.

Si no tenemos un utensilio para preparar empanadillas como el que sale en la foto de los ingredientes las haremos manualmente, como toda la vida. Para ello pondremos un poco de carne picada en el centro de la oblea. Es importante que la carne esté cocinada porque el tiempo de horno no será suficiente como para cocinarla del todo. Es mejor que la empanadilla de carne quede ligera que sobrecargada, así que no pongáis más que una cucharadita de carne. Si ponemos de más corremos el riesgo de que se abran en el horno.

Añadimos unos dados de queso y los introducimos en la carne para que se mezcle bien al fundirse en el horno.

Con mucho cuidado juntamos dos extremos de la oblea.

Con un tenedor vamos repasando los bordes de forma que se queden sellados. Lo más indicado es comenzar por una esquina, de forma que se pueda redistribuir el relleno con las manos.

Una vez selladas ambas partes las extendemos en una bandeja de horno. No crecerán mucho por lo que no es necesario dejar espacio entre empanadillas. También se pueden freír en abundante aceite y posteriormente secar en una hoja de papel absorbente para quitarles el exceso de grasa. Personalmente las prefiero al horno porque conservan mucho más los sabores del relleno y además son mucho más ligeras.

Batimos un huevo para pintar las empanadillas y darles un toque dorado.

Si vemos que las empanadillas no se sellan bien podemos mojar el tenedor en el huevo batido y volver a sellar las empanadillas de carne.

Pintamos una a una las empanadillas de carne por toda la superficie. Las obleas no se dorarán tanto como un hojaldre, pero el huevo les hará perder el color crudo tan característico de las obleas.

Una vez están todas barnizadas con huevo batido les realizamos unos pequeños agujeros o chimenéas para que no estallen. Recordad que las debéis pinchar siempre despues del huevo, porque de lo contrario el huevo se metería en los huecos y los taparía.

Las horneamos entre 10 y 12 minutos a 200ºC (según el horno varía un poco) hasta que se hinchan y adquieren unos toques dorados. Una vez horneadas, las extendemos en una rejilla y las dejamos templar un poco.

Y listo, ya tenemos nuestras deliciosas empanadillas de carne y queso de tetilla.

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