Las magdalenas caseras de toda la vida están tan ricas como siempre, pero se han visto desplazadas por las modernas cupcakes y muffins que vinienron a España desde Estados Unidos a través de la televisión, las películas y las cafeterías de franquicia americanas, como Starbuck.
Las magdalenas caseras son el mejor amigo del café o colacao, son sanas ya que no llevan productos químicos ni edulcorantes etc. Además son muy baratas a que con las cantidades que os voy a dar salen 10 magdalenas grandes, o 20 pequeñas.
Es una de esas recetas que me encantan porque se puede hacer cualquier día a cualquier hora, ya que no requiere ningún producto extraño, sólo usa productos que tenemos siempre en casa.
Son ideales para el desayuno, para la merienda o para que los niños se las lleven para el recreo. Además se pueden hacer con harina integral, con copos de avena, con frutos secos, con cacao en polvo…muy versátiles.
Ingredientes de las magdalenas caseras:
- 1 vaso de azúcar blanco
- 1 vaso de leche
- 2 vasos de harina
- 2 huevos (mejor si son camperos)
- 1 sobre de levadura tipo Royal
- 1/2 vaso de aceite de girasol (o de oliva suave)
Preparación de las magdalenas caseras:
Para comenzar mezclamos en un cuenco grande los huevos con el azúcar. Yo uso azúcar blanco pero si preferís azúcar moreno conseguréis menos dulzor pero una textra más melosa, debido a las melazas que lleva consigo este tipo de azúcar.
Batimos con unas barillas hasta que quede una mezcla homogénea y espumosa.
A esta mezcla le añadimos la leche. Si queréis darle un toque muy especial a vuestras magdalenas caseras podéis hervir la leche con la cáscara de un limón y una ramita de canela y así quedarán aromatizadas (en caso de que aromaticéis la leche debéis dejar que se enfrie para que no se cuajen los huevos).
Una vez realizada esta mezcla añadimos el aceite de girasol, que no le aporta tanto sabor como el de oliva.
Y rallamos la piel medio limón, teniendo en cuenta no llegar a la parte blanca de la cáscara para que no amargue.
En este momento añadimos la harina y la levadura, mejor si están tamizadas, y mezclamos con una espátula realizando movimientos envolventes. De esta manera evitaremos los grumos.
Cuando tengamos la masa preparada, deberemos dejarla reposar una media hora. Este paso nos ayudará a que suban más. En verano lo ideal es que repose en la nevera, para que no se estropee el huevo, pero en invierno servirá con tapar el cuenco con un paño de cocina.
Una vez reposada, la masa para magdalenas caseras está lista para usarse.
Un pequeño truco consiste en verter la masa en una jarra para poder controlar mejor la cantidad de masa que echamos en cada molde.
Siempre que echo la masa directamente en los moldes de papel acabo con unas magdalenas caseras feísimas, ya que en el horno se estienden. Si pones los moldes de papel dentro de un molde para magdalenas de silicona o metal evitarás que seexpandan en el horno.
Con la inestimable ayuda de nuestra jarra vamos llenando los moldes de papel hasta alcanzar unas 3/4 partes.
Espolvoreamos con un poco de azúcar por encima para que queden unas magdalenas caseras auténticas.
Horneamos entre 15 y 20 minutos a 200ºC o hasta que les haya crecido el copete y esté bien dorado. Si lo abrís antes de tiempo corréis el riesgo de que se os bajen y queden chafadas.
Las dejamos reposar unos 5 minutos en el molde y las pasamos a un plato para presentarlas.
Y listo, aquí os muestro nuestras deliciosas magdalenas caseras, ideales para el desayuno y la merienda de todos los miembros de la familia.
A pesar del aspecto, ESTÁN BUENÍSIMAS. Tiernas y esponjosas.