Versión europea del pollo al curry, con cosas que todos tenemos en casa
El pollo al curry es un plato muy especial para mí, ya que se convirtió en mi plato insignia durante muchos años. A mis amigos y familiares les encanta y apasiona.
No sigue los cánones habituales de las recetas del sudeste asiático, está muy europeizado.
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Este plato no fue creado tal como ahora veréis en la receta, se trata de un pollo al curry evolucionado. Aprendiendo de los errores, añadiendo o quitando ingredientes, es una versión óptima del primer pollo al curry que realicé hace más de 10 años.
Ingredientes del pollo al curry:
- Pechugas de pollo (media pechuga por persona)
- 1 cebolla grande
- 1 pimiento verde grande
- 200-400 ml de nata líquida para cocinar (dependiendo de la cantidad de pollo)
- 350 ml de caldo de pollo (mejor casero)
- 1 cucharada de postre colmada de curry
- Sal y pimienta
Preparación del pollo al curry:
En primer lugar, picar las verduras lo máximo posible. Cortar el pollo en trozos muy pequeños, a poder ser con tijeras, un poco alargados (cada trozo de unos 2-3 cm de largo).
Una vez se tienen los ingredientes troceados se procede a saltearlos en una cacerola alta.
El orden en el que lo salteamos es muy importante. En primer lugar salteamos a fuego medio-alto la cebolla, con sal para que pierda el líquido. Posteriormente añadimos el pimiento hasta que esté completamente cocinado. Una vez las verduras están totalmente hechas, se añade el pollo y se dora por todos los lados, de forma que adquirirá un color blanco y empezarán a aparecer betas marrones. Ese es el momento para añadir el caldo de pollo. Siempre será mejor un caldo de pollo casero, pero uno de brik o de pastilla también es válido. Se sube el fuego y sin tapar se deja que hierva y vaya cocinando el pollo.
Cuando el caldo reduce a la mitad aproximadamente, se añade la nata y se baja el fuego a medio-alto (para evitar que se nos queme). El proceso de reducción se ralentizará ya que la salsa se volverá cremosa (ojo, al estar caliente, siempre está más líquida, en el momento en el que la quitemos del fuego se espesará). Cuando la salsa le faltan un par de minutos añadimos la cuchara de postre colmada de curry. Instantáneamente se coloreará completamente de amarillo (o rojo o verde, según el tipo de curry utilizado).
Es importante servir este plato directamente dos minutos después de echar el curry, ya que la salsa al enfriarse se endurecerá y perderá su gracia.
Una sugerencia es servir el pollo al curry con arroz blanco (mejor si se aromatiza con clavo, cardamomo o canela). Es importante también tener pan a mano para rebañar la salsa
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